Ubicadas en el pueblo de Venado, estas cuevas se formaron hace 15 – 20 millones de años y fueron descubiertas por los aborígenes Malekus y están compuestas por calizas, estalactitas, estalagmitas y corales. La caverna consta de 12 habitaciones de varios tamaños y la mayor parte de la caverna está atravesada por arroyos poco profundos que limpian el guano del fondo, creando así un tipo de caverna más limpia. Explorar las cavernas es una aventura apasionante para aquellos que no sufren de claustrofobia y no les importa mojarse un poco. Se pueden escalar paredes o «gatear» por los agujeros, así como observar murciélagos, arañas y fósiles marinos. Un casco protegerá tu cabeza de las rocas y las linternas iluminarán un camino misterioso.
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